13 de septiembre de 2009

LA CEBOLLA...

Uno de los remedios más viejos de la civilización, considerado como la cura para todas las enfermedades. Con gran poder antioxidante. Contiene cantidades de agentes anticancerosos.
Inhibe concretamente el cáncer gástrico, adelgaza la sangre, reduce el colesterol, eleva el colesterol bueno del tipo LAD. Impide la formación de coágulos, contrarresta el asma, la bronquitis crónica, la fiebre, la diabetes, la arteriosclerosis y las infecciones. Es un antibiótico, antiviral, antiflamatoria y como sedante.
Además de ser eficaz internamente, es igual de útil externamente en forma de cataplasma sobre forúnculos o granos.
En países donde se utiliza muchas cebollas es muy frecuente la longevidad y son raros los tumores malignos.
Estudiando sus componentes principales que son: Ácido Glicólico, compuestos orgánicos sulfurados, azúcares, insulina, fosfatos de calcio, sales de sodio y potasio, azufre, flúor, enzimas, proteínas, prectinas, hierro, vitaminas B1, B2, C y G que mezcladas entre sí desarrollan una acción farmacodinámica, antibiótica, bactericida, cardiotómica hiponitrogenosa, hipoglicemisante, vaso dilatador, arteriales. Por eso se usa para la cura de abstenía, albuminuria, ascitis, astrofias hepáticas, edemas, hiperglicemia, uremias, hipertrofias esplénicas y muchas más.
No es aconsejable en personas que sufren de Hipercloridia por lo que cruda aumenta fuertemente la acidez del jugo gástrico.
Aunque todas las cebollas poseen toda clase de propiedades y virtudes curativas y que ya ha sido comprobado, recomendamos la cebolla roja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario