

Cocción: Este proceso permite extraer más sustancias de las plantas medicinales. Consiste en cocer las raíces o tallos durante el tiempo que la receta recomiende.
Maceración: En este caso se dejan reposar las flores, hojas, tallos, semillas, raíces o cortezas de las plantas en sustancias líquidas (aceite, agua, alcohol.....). Gracias a este proceso se ablandan y extraen las partes solubles.
Extractos: Con los jugos que se extraen de ciertas plantas se elaboran jarabes. Por ejemplo: El jarabe preparado con el zumo de llantén menor es uno de los más eficaces para combatir la tos.
Puede hacerse inhalaciones y vahos con extractos de plantas medicinales de venta en farmacias y herboristerías. Basta con mezclar unas gotas con agua hirviendo.
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